OPORTUNIDADES DE NEGOCIO EN EL SECTOR ALIMENTARIO

Con más de 30.000 empresas, el sector alimentario constituye el motor industrial español, representando cerca del 8% del PIB. Las oportunidades de negocio son múltiples en toda la cadena alimentaria de este ámbito estratégico para nuestra economía.

 

Así, por ejemplo, tánto las posibilidades de obtención y tratamiento de nuevos alimentos, la conservación y aumento de su vida útil, la puesta en valor de subproductos, el reciclaje y las sostenibilidad productivas, como el enorme campo abierto por la innovación y la introducción de nuevas tecnologías, materiales y procesos, constituyen los ejes sobre los que las empresas pueden actuar a fin de incrementar su competitividad y sus cuotas de negocio. Todo ello sin olvidar el impulso y apoyo de las políticas institucionales, nacionales y comunitarias, a través del fomento de la transferencia tecnológica y las ayudas a la modernización, la innovación y la calidad a lo largo de toda la cadena alimentaria.

 

La obtención de nuevos alimentos tiene incidencia en el sector agrícola, concretamente en el producción de alimentos ecológicos, gracias al acuerdo comercial de equivalencia firmado en 2012 por EEUU y la Unión Europea, por el que los productores tienen más fácil el acceso a estos mercados, con mucho menor burocracia y coste. Sólo en Europa, los productos ecológicos concentran el 51% del consumo global; el acuerdo firmado por la Unión Europea y Estados Unidos abre las puertas a otro 46%. La obtención y aplicación de aditivos de origen natural (antioxidantes, colorantes y edulcorantes), así como la utilización de nuevas tecnologías para prolongar la vida útil de los productos, además de la implementación de sistemas normalizados de control analítico en la producción ecológica como fórmula de verificar el marco legislativo aplicable a la producción ecológica para asegurar un alto nivel de seguridad alimentaria, representan los nuevos retos que las empresas deberán afrontar para su introducción en este mercado emergente, con enormes perspectivas de desarrollo a medio y largo plazo. La obtención y empleo de ingredientes más naturales y saludables, tales como los bajos en calorías, los probióticos y los prebióticos, son otros sectores asociados sobre los que conviene incidir.

 

En el ámbito de la investigación biotecnológica, el sector alimentario ha visto abiertas múltiples oportunidades como las relacionadas con la producción vegetal y animal (mediante la selección de variedades de producto); con la seguridad alimentaria (mediante el control microbiológico); con la calidad de los alimentos (empleo de biosensores oxidativos); o con la obtención de nuevos ingredientes, comercialización de aromas, etc.

 

Otra tendencia en el ámbito productivo, se relaciona con las tendencias de consumo globales que el sector está obligado a adoptar (pese a las barreras culturales del mercado español). Así, por ejemplo, con la evidencia de su consumo por 2.000 millones de seres humanos, la FAO anima oficialmente a la cría de insectos para consumo humano a gran escala. Bélgica se convirtió en diciembre del año pasado en el primer país europeo que rompe el tabú en Europa sobre el consumo de estas especies altísimas en proteinas, si bien su comercialización aún no está autorizada oficialmente en la Unión Europea. En España, tan sólo emprendedores ocasionales han incluido insectos en sus ofertas. Es el caso de la pequeña compañía La Mexica, dedicada a la importación y distribución de salsas mexicanas en Europa. Su fundador, José Álvarez, consiguió hace seis meses la primera licencia del Ministerio de Sanidad para introducir en España sal de gusano, ingrediente estrella del mítico mezcal. Otros se dedican a cultivarlos, como Insagri, que el verano pasado se convirtió en la primera granja de insectos en España para alimentación humana y piensos animales. Este negocio instalado en el pueblo malagueño de Coín cultiva grillos, saltamontes, gusanos de la harina y larvas de mosca soldado. La mayoría de su producción sale hacia Francia, Reino Unido y Bélgica, con mayor tradición de consumo de insectos. Es precisamente el mercado exterior el que reportará mayores beneficios a las empresas que decidan apostar por estos productos, dado el rechazo cultural del consumidor español más allá del exotismo o la experiencia culinaria ocasional en su consumo.

 

En los campos de la distribución y venta directa, las TICs pueden ayudar notablemente a los productores que deséen vender directamente sus productos a los consumidores por medio de Internet. Compañías tecnológicas como Amazon han puesto sus objetivos de comercialización en el sector alimentario, compitiendo con las grandes superficies que, desde hace años, vienen ofreciendo este tipo de servicios, muy demandados por los consumidores. Una oportunidad para empresas pequeñas que no venden a supermercados porque éstos ya trabajan con sus proveedores fijos. La capacidad de las empresas de transporte especializadas para actuar conjuntamente con las empresas supone una apertura del mercado y la posibilidad de especializarse en productos alimentarios de envíos rápidos. Estos nuevos escaparates de comercio electrónico representarán un estímulo para las empresas tradicionales de alimentación, que tendrán que adaptarse a los nuevos escenarios productivos.

 

En cuanto a las diversas áreas tecnológicas implicadas en los ámbitos productivos o de transformación, pueden destacarse aquellas relacionadas con la seguridad alimentaria, implementando en las empresas nuevos procesos de I+D+i que garanticen los plenos cumplimientos normativos con las máximas garantías de calidad y mantenimiento de las cualidades organolépticas de los productos de consumo. Son de destacar el sistema APPCC (Análisis de Riesgos y Puntos Críticos de Control), las técnicas de inactivación microbiana y el incremento de la vida útil de los productos procesados (radiación ionizante, HHP, PEF, homogeneización por alta presión, descontaminación por radiación ultravioleta, láser de alta intensidad, ultrasonidos o los campos magnéticos), así como el desarrollo de nuevos o mejorados productos de consumo alimentario.

 

Por otra parte y vinculada implicitamente con la industria auxiliar,  pueden destacarse las nuevas técnicas de producción, desarrollo y reciclado de nuevos materiales y envases, tánto para la flexibilización y adaptación del envasado a los diferentes tipos de productos, como para cumplir con la demanda de unos consumidores que demandan cada vez más productos semielaborados. Otros tipos de envases pueden ser los biodegradables, los hidrosolubles, los inteligentes (que interactúan con el alimento)  y los que indican la correcta cocción del producto para que el alimento no pierda sus propiedades. Además, pueden encontrar una oportunidad de negocio aquellas empresas destinadas a la explotación y rentabilización de las tecnologías al aplicarla a otros sectores afines, ya sea el de la cosmética o el farmacéutico.

 

+info:

  • Marketing4Food: www.marketing4food.com
  • Centro Tecnológico AINIA: www.ainia.es
  • Fundación OPTI (Observatorio de Prospectiva Tecnológica Industrial): www.opti.org

 

 

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